En ocasiones nos encontramos con grandes ideas de negocio que surgen sin muchas expectativas pero que pronto se convierten en empresas y aventuras empresariales de lo más fructíferas. Un emprendedor sin experiencia puede encontrarse con que su empresa comienza a crecer de manera rápida, sin freno. Si bien es cierto que es el sueño de cualquier emprendedor, también es cierto que los resultados pueden llegar a abrumar a una persona que no cuenta con experiencia previa como empresario.
¿Cómo dirigir una empresa si no tengo experiencia?
Ante este tipo de situaciones, unos optan por luchar, escuchar y seguir. Muchos otros os encontraréis apabullados, casi perdidos; y es que no es raro que ante estas expectativas de crecimiento un empresario inexperto se sienta incapaz de avanzar.
Lejos de lo que puedas pensar, esta sensación es normal. Nadie ha nacido aprendido. Ni la persona más leída y estudiada puede enfrentarse a determinados problemas que sólo la experiencia puede resolver. Así, es bueno ser consciente de tus límites en cuanto a habilidades se refiere y aprender de todo ello.
No importa que seas la persona con mayores aptitudes del mundo. La experiencia se gana con el esfuerzo y el trabajo. Así, todo buen empresario irá aprendiendo de sus fracasos y errores sobre la marcha, intentándolo, fracasando y volviéndolo a intentar.
El camino fácil es derrumbarse y pensar que uno no está lo suficientemente preparado para afrontar determinados problemas. El camino difícil, pero más adecuado, es plantarse y superarse. Tener claro que frases como “no se puede” o “no soy capaz de hacerlo” no son la vía más recomendable para luchar y encontrar las soluciones.
En este punto nos encontramos con una palabra que debería estar marcada en tu día a día con letras rojas y bien grandes, la persistencia; y es que por mucho talento con el que cuentes, la persistencia será la herramienta que mayores recompensas te hará ganar en un futuro. Así pues, escucha, debate, aprende, observa y cuestiónate a ti mismo, pero no permitas que la determinación y la persistencia desaparezcan de tu plan de negocio y de tu visión como emprendedor pues sin ellas, definitivamente, una persona sin experiencia previa se verá negada para dirigir una empresa.