Una de las cuestiones clave de la empresa familiar es la sucesión de las administración en el momento en que se jubile el gestor principal. Si quieres conocer más sobre el proceso de cómo traspasar un negocio de padres a hijos, este artículo te interesa.
En España aproximadamente el 90% de las compañías son empresas familiares y abarcan todos los ámbitos y sectores productivos. Más de la mitad del empleo privado es generado por estas empresas.
La medida del éxito de un negocio familiar viene indicado por su supervivencia tras varias generaciones de propietarios: estudios indican que 8 de cada 10 empresas familiares no pasan de la tercera generación.
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Por ello, es muy importante preparar y formar adecuadamente a los hijos para que en el futuro sean capaces de liderar el negocio con éxito y saber qué hay que hacer para traspasar correctamente el negocio familiar.
¿Qué hacer para trasmitir una empresa a un hijo?
El traspaso de un negocio es, en términos generales, la cesión de la titularidad de un negocio o de sus derechos de explotación a un nuevo titular a cambio de una compensación económica. Sin embargo, en el caso del traspaso de negocios de padres a hijos la fórmula que se suele utilizar es la donación y no implica una retribución pecuniaria.
En la donación de un negocio a un hijo el donante cede la titularidad y explotación de la empresa a un hijo sin pedir nada a cambio. Es una transmisión voluntaria y en vida de la propiedad. Esta donación debe realizarse mediante contrato e implica obligaciones fiscales:
El hijo debe declarar los bienes adquiridos mediante el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. En función del valor del negocio traspasado y de la Comunidad Autónoma donde tenga fijada su residencia el hijo, el tipo impositivo variará. Este Impuesto siempre se liquida en el lugar de residencia del hijo, de la persona que recibe la donación.
El patrimonio del padre probablemente habrá sido alterado al realizar la donación por lo que deberá reflejarlo en el impuesto sobre la renta de las personas físicas.
El Impuesto sobre el Patrimonio podría afectar también a este traspaso de negocio. Este impuesto es un tributo progresivo y directo que grava el patrimonio de personas físicas cuando éste supera cierta cantidad y que es regulado por las Comunidades Autónomas.
No obstante, en la práctica, existen una serie de condiciones que llevan a la exención del pago de este impuesto en gran parte de las donaciones de negocios familiares.
Incentivos para la donación de un negocio a un hijo
La Ley establece algunos incentivos para impulsar las donaciones de empresas familiares. En el caso del Impuesto del Patrimonio, las donaciones quedarán exentas si el negocio transmitido está relacionado directamente con la realización de una actividad económica.
Aquí la actividad económica está definida como la ordenación por cuenta propia de los medios de producción y recursos humanos con la finalidad de intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios.
De este modo, la donación estará exenta si todos los elementos patrimoniales transmitidos están sujetos a esta actividad económica.
Además, en lo que respecta al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, la donación de la empresa familiar tendrá una reducción del 95% del valor de adquisición si se cumplen una serie de requisitos añadidos:
- Si el donante tiene 65 años o más;
- Si, como hemos explicado, la donación está exenta del impuesto de patrimonio y el sucesor mantiene esta exención durante los 10 años siguientes a la transmisión;
- Esta reducción del 95% puede llegar al 100% en algunas Comunidades Autónomas.
Como vemos, traspasar un negocio de padres a hijos supone una serie de aspectos diferentes a si ese traspaso se produce entre personas ajenas a título familiar. Ante cualquier duda específica, te recomendamos que consultes con un abogado especializado en el sector de los negocios, para que pueda asesorarte en tu caso concreto.
Debemos tener en cuenta que el cambio de titularidad de un negocio puede afectar a la gestión y administración de la empresa. Para ello, es necesario que, anteriormente se realice un plan de sucesión en el que se determine cuál va a ser la forma en que se va a desarrollar el cambio de administrador para que afecte lo más mínimo a la actividad empresarial.