Son muchos los factores que afectan a la salud de un equipo, y por tanto a los resultados de este. Desde el clima laboral, la cultura que haya en la empresa, y las personas que trabajan en ella, hasta el entorno de trabajo, la relación con los superiores y otros. De estos y otros factores, nos encontramos con que en muchos equipos existe una alta toxicidad. Es decir, están habiendo comportamientos que disminuyen los resultados y empeoran las relaciones.
De esta forma, los que dirigen un equipo, aquellos que colaboran en su desarrollo y también los mismos miembros del equipo deben ser conscientes del nivel de toxicidad presente en el mismo y deben de ponerse manos a la obra para disminuir la misma, sobretodo si quieren seguir juntos. Los que facilitamos el avance de un equipo, nos ocupamos de que los comportamientos tóxicos se trabajen y se expresen en un ambiente seguro, conducidos por un facilitador o coach de equipos.
Los comportamientos más tóxicos y aquellos que más influyen en los resultados de un equipo son cuatro. Aquellos relacionados con el desdén, la ironía, la falta de respeto y la agresividad, son los más dañinos y hacen que la salud del equipo se resienta, así como incluso la de sus miembros. El estrés en el entorno de trabajo, es fuente de muchas enfermedades y bajas laborales, y una buena parte del estrés está determinado por las relaciones que mantenemos con nuestro equipo o nuestro superior directo.
Existen otros tres comportamientos que tampoco ayudan al buen rendimiento del equipo. Uno de ellos es el victimismo, ¿en qué medida tenemos comportamientos victimistas dentro del equipo? Comentarios del tipo “todo me pasa a mi”, “siempre soy yo el que tiene que hacer esto”… etcétera.
Otro de los comportamientos tóxicos es la culpabilidad hacia otros, no asumir nuestros propios errores y culpar a los demás. Culpabilizar muestra que hay rencor entre dos partes, y este rencor es muy negativo para una relación de trabajo. Por otro lado la indiferencia también es un comportamiento tóxico, pues quien la muestra no toma la responsabilidad de hacerse cargo del problema.
A través del coaching de equipos disminuimos el uso de este tipo de estrategias entre miembros de un equipo y promovemos el uso de una comunicación saludable, y de unas interacciones que ayuden al equipo a alcanzar un mejor rendimiento.