Una gestión financiera eficaz es vital para la supervivencia y el crecimiento de una empresa. Implica planificar, organizar, controlar y supervisar los recursos financieros para alcanzar los objetivos del proyecto. Una buena gestión financiera ayudará a nuestra empresa a utilizar los recursos de los que dispone de forma eficiente. Esto nos permitirá adelantar a nuestra competencia, fortalecer nuestras finanzas y ganar estabilidad de cara al largo plazo.
Debemos poner el foco en las finanzas y que estas formen parte de todos los procesos y decisiones de la empresa, para asegurarnos que cada decisión que se toma se haga pensando en la salud del negocio. Puede que las finanzas parezcan algo difíciles y complicadas al principio, pero con las siguientes reglas, podrás comenzar a enfocarte en las parte más importantes, para que puedas controlar tu negocio como nunca.
Ten un plan de negocio claro
Un plan de negocio establece el punto de partida y los objetivos que queremos cumplir en los próximos años. El plan debe detallar cómo vamos a financiar la empresa y sus actividades, cuánto dinero será necesario y de dónde saldrá. Es el guion para saber en que punto estamos en cada momento y hacia dónde queremos dirigir todo el proyecto.
Controla la situación financiera de la empresa
Debemos supervisar regularmente la evolución financiera de su empresa. Diariamente, debemos saber cuánto dinero tenemos en el banco, cuántas ventas estamos consiguiendo y qué niveles de inventario tenemos. También debemos revisar mensualmente nuestra posición con respecto a los objetivos marcados en nuestro plan de negocio, así como estar seguros de que podremos afrontar los pagos a corto y medio plazo que tengamos.
Asegúrate de que tus clientes pagan a tiempo
Las empresas sufren muy a menudo de problemas financieros debido al tiempo que tardan los clientes en hacer efectivos los pagos por sus productos y servicios, obligando muchas veces a recurrir a la financiación para hacer frente a los pagos a corto plazo. Para reducir el riesgo de retrasos o impagos, podemos hacer que sus condiciones de cobro y de crédito sean fáciles de entender desde el principio. También tenemos que ser rápido al emitir nuestras facturas y que estas sean claras y precisas. El uso de un sistema informático de gestión de la facturación nos ayudará a hacer un seguimiento de las cuentas de los clientes, y a asegurarse de que éstos nos pagan a tiempo.
Conoce los costes fijos de la empresa
Incluso las empresas más rentables pueden tener dificultades si no tienen suficiente liquidez para cubrir los gastos fijos, como el alquiler, los suministros o los salarios. Debemos tener muy claros los costes fijos que nuestra empresa necesita para sobrevivir y asegurarnos que siempre vamos a poder hacerles frente, ya sea con recursos propios o a través de financiación.
Lleva la contabilidad al día
Si tu contabilidad no está al día, podemos perder dinero por no estar al día con los cobros de los clientes o por no darnos cuenta de cuándo tenemos que pagar a los proveedores. Tener controlados al 100% nuestros cobros, pagos, deudas y proveedores nos ahorrara enormes cantidades de tiempo y costes.
Cumple los plazos fiscales
El incumplimiento de los plazos de declaración de impuestos puede acarrearnos multas e intereses. Son costes innecesarios que podemos evitar con un poco de planificación previa. Mantener un calendario preciso de obligaciones nos ahorrará tiempo y dinero, además de que estaremos seguros de qué estamos pagando y cuando.
Busca la máxima eficiencia
¿Tu empresa funciona con la máxima eficiencia? Podemos ahorrar en gastos como energía mediante cambios en el comportamiento en las instalaciones. Algunas de los recursos y costes fijos que menos controlamos en una oficina al uso están, la calefacción, la iluminación, los equipos de oficina y el aire acondicionado. Cambiando hábitos y poniendo ciertas reglas podremos ahorrar una importante suma de dinero para dedicar a la salud y crecimiento de nuestro negocio.
Controla las existencias
Un control eficaz de las existencias garantiza que disponemos del volumen adecuado en el momento justo, de modo que no inmovilizamos gran cantidad de capital de forma innecesaria. Con un sistema de gestión de existencias podrás controlar mejor la cantidad de la que dispones, las entradas, salidas y pedidos, y podrás ajustar las inversiones a la demanda real, consiguiendo mayor eficiencia en el negocio, tanto operativa como financieramente.
Consigue la financiación adecuada
Es muy importante elegir el tipo de financiación adecuada para tu empresa. Cada tipo de financiación está diseñado para satisfacer necesidades muy diferentes. Las empresas más pequeñas suelen recurrir más a las pólizas de crédito o a la financiación personal, mientras que las medianas suelen optar por préstamos bancarios, crowdlending o directlending.
Afronta los problemas cuando surjan
Siempre es difícil enfrentarse a los problemas financieros de una empresa, pero hay ayuda y asesoramiento disponibles para ayudarnos a afrontarlos con garantías, antes de que sean demasiado grandes. También hay algunas medidas iniciales que podemos tomar para minimizar el impacto de los problemas financieros, como pagar primero las deudas a más corto plazo y con mayor tipo de interés, tratar de reestructurar y renegociar las deudas a más largo plazo y reevaluar nuestra gestión de tesorería.