A la hora de lanzar un producto, diseñar una nueva estrategia o tomar cualquier decisión estratégica para nuestro proyecto hay que tener en cuenta los factores internos y los externos. No podemos vivir ajenos al contexto en el que trabajamos, al entorno que nos rodea. Si los factores internos se pueden analizar mediante la Matriz EFI, con la Matriz EFE podemos evaluar los factores externos que pueden influir en el resultado final de nuestra decisión. Un recurso que deberíamos implantar en nuestra empresa para seguir creciendo.
Qué es la matriz de evaluación de factores externos
La Matriz EFE es una Matriz de Evaluación de Factores Externos. Se trata de una herramienta de diagnóstico ponderado de nuestro entorno. A grandes rasgos, nos permite identificar y evaluar los diferentes factores que pueden influir al crecimiento de la empresa, de su negocio, de la marca, etc.
Los estrategas pueden resumir y evaluar la información económica, social, cultural, demográfica, ambiental, política, legal, tecnológica, competitiva e incluso gubernamental. De este modo, somos capaces de aprovechar las oportunidades que se generan y reducir las amenazas.
Pasos para desarrollar tu matriz EFE
De este modo, la Matriz EFE nos permite crear una lista de oportunidades y amenazas reales que la organización debería aprovechar. Debe reducirse a las cuestiones más influyentes, puesto que la utilizaremos en la toma de decisiones estratégicas. Su diseño es similar al de la Matriz EFI, y se puede completar en únicamente cinco pasos:
- Lista de oportunidades y amenazas: comenzamos haciendo un listado con entre 10 y 20 factores que afectan a nuestra empresa, a nuestra marca, al negocio o al sector donde trabajamos. Estos factores pueden ir acompañados de datos, como cifras o porcentajes que apoyen la información. Unos datos que al final se pueden incorporar al análisis.
- Valores de ponderación: en una segunda columna asignaremos una puntuación de 0,0 a 1,0 a cada uno de estos factores según la importancia que tengan. El resultado total no podrá ser superior a 1,0. Ten en cuenta que una amenaza puede tener mucho más peso que una oportunidad, por ejemplo cuando amenazan directamente el desarrollo o la estabilidad de la organización.
- Asignación de calificaciones: en una tercera columna, calificaremos el nivel de amenaza u oportunidad de 1 a 4. El valor 4 corresponde a las oportunidades mayores, las que más podemos aprovechar; el 3, a las oportunidades menores. En cuanto a las amenazas, la calificación 2 implica una amenaza menor, con un ligero impacto negativo; pero el nivel 1 identifica las amenazas mayores, que pueden ser críticas para la organización.
- Definir la calificación ponderada: el siguiente paso será multiplicar los valores asignados a cada factor en los dos pasos anteriores para conocer así su valor ponderado. Por ejemplo, si tiene un valor de relevancia 0,05 y lo consideramos una oportunidad menor (3), el valor ponderado de este dato es 0,15.
- Sumatoria e interpretación de la Matriz EFE: por último, sumamos todos los valores que hemos obtenido en la etapa anterior del proceso y conseguimos así el valor total. Este oscilará entre 1,0 y 4,0, siendo el promedio del valor ponderado 2,5. A partir de aquí, tenemos que interpretar lo que nos dice esta matriz.
También es importante obtener el valor total de las oportunidades y de las amenazas por separado. Cuando las oportunidades tienen un resultado superior al de las amenazas, nos encontramos con un contexto favorable para aprovechar las oportunidades que nos ofrece el mercado. En cambio, si las amenazas tienen más peso que las oportunidades, quizá deberíamos ser algo más conservadores, reforzando nuestro puntos fuertes y tratar de minimizar estos factores contrarios a nuestros intereses.