Estamos cansados de oír hablar de habilidades duras y habilidades blandas. Las primeras hacen referencia a las competencias de un profesional relacionadas con su puesto, como pueden ser los conocimientos informáticos o el dominio de un idioma. Las segundas tienen un carácter social, por ejemplo la capacidad de liderazgo o de trabajar en equipo. Sin embargo, las tendencias cambian y las habilidades blandas han dejado paso a las power skills, que cada vez tienen más demanda entre los profesionales de cualquier sector. Las power skills son las competencias esenciales que conforman el pilar del talento personal y profesional. Se trata de unas habilidades que cambian según el puesto laboral, incluso dentro de una misma compañía: no se necesitan las mismas power skills para dirigir el departamento de recursos humanos de una empresa que para trabajar en su departamento de I+D+i, en su cadena de montaje o en el servicio de atención al cliente. Eso sí, hay una serie de power skills que se demandan en prácticamente cualquier puesto de trabajo, para descubrir más sobre las power skills, no dejes de leer el artículo.
Cuáles son las power skills más demandadas
Y si hablamos de power skills, hay que destacar la capacidad de comunicación y trabajo en equipo. Si es una cuestión siempre importante, lo es todavía más en un contexto donde el trabajo presencial se combina con el trabajo en remoto, o los modelos híbridos. Cada empleado debe saber cómo conectar con sus compañeros, integrarse en los equipos de trabajo, aportar sus propuestas y opiniones, etc. Tampoco podemos pasar por alto las habilidades para vender interna y externamente, incluso sin trabajar en el área comercial de la empresa.
Otra de las power skills más destacadas es la toma de decisiones rápida y efectiva. El candidato ideal será una persona con una gran capacidad de análisis y gestión para tomar las decisiones más adecuadas para la empresa. Si surge un problema, hay que actuar a la mayor brevedad posible. Y no solo eso, sino que la solución debe tener el menor coste posible para la organización. Por eso, hay que dejar atrás la mentalidad fija de muchos profesionales, algo anticuado, y estar preparados para afrontar nuevos retos.
El ámbito laboral está en constante evolución. Por eso, no debería extrañarnos que la flexibilidad y adaptación rápida también figure entre las power skills más buscadas. Un buen profesional tendrá que adaptarse a los cambios que se producen. Seguramente sea una de las power skills más difíciles de adquirir, pues en muchas ocasiones nos exigirá dejar atrás nuestra zona de confort y adentrarnos en territorio desconocido para nosotros. Sin embargo, la amplitud de miras que obtendremos entonces nos ayudará a minimizar la resistencia al cambio.
Una adecuada gestión del tiempo va de la mano de la planificación, y esto es algo que no podemos pasar por alto. Más si trabajamos por objetivos. Se trata de un elemento indispensable en cualquier trabajo, ya sea para organizarnos nuestra jornada diaria o para diseñar una estrategia a medio y largo plazo. Nos permite gestionar los plazos de entrega, el tiempo dedicado a las tareas, etc. Una buena planificación también nos puede ayudar a disfrutar de un mayor tiempo libre, además de optimizar mejor los recursos de la organización.
Por último, hablaremos de liderazgo y gestión proactiva. Para poner en práctica esta power skill no hace falta liderar un gran equipo de trabajo, sino que podemos autoliderar nuestro trabajo. Esto nos obligará a reportar resultados medibles y tangibles dentro de nuestros objetivos personales, pero también a ser mejores líderes en el futuro. El desarrollo de nuestra marca personal hará que un profesional sea mejor visto tanto por los compañeros como por sus responsables o por los clientes.