- Establece los índices de consumo energético de la empresa. Con la información de consumo, puedes establecer por año índices que pueden servir para hacer comparaciones.
- Compara tus índices y ubica la situación de tu empresa. Hay dos maneras básicas en un proceso de comparación interna y externa conocido como benchmark. El primer caso es dentro de la misma organización y en el segundo la comparación es de procesos, equipos, instalaciones, productos y servicios de la propia empresa con productos o servicios similares.
- Ubica tus oportunidades específicas. Es cierto que siguiendo los pasos anteriores se ha puede lograr disminuir el consumo de energía de manera fácil y económica. El siguiente paso es encontrar las oportunidades específicas. En este punto es recomendable buscar ayuda externa a través de empresas consultoras especializadas.
Son cuatro los elementos que hay que cuantificar para establecer la rentabilidad de una oportunidad de ahorro
de energía:
- La energía que puedes ahorrar que se establece en función de los parámetros energéticos de la tecnología
usada.
- El precio de la energía que se consume, lo cual permite establecer el valor monetario de lo que se puede ahorrar.
- El costo de sustitución del equipo o sistema que no permite el ahorro de energía.
- La tasa de retorno que espera quien hace la inversión para lograr el ahorro de energía.