Producción, promoción e inversión. Son los tres ejes sobre los que debe basarse la estrategia de un buen emprendedor si quiere conseguir ingresos desde el principio, sea cual sea el tipo de empresa que dirija. Poner en marcha tu negocio no es fácil, al principio aparecen dudas de todo tipo y hasta que pase un tiempo no sabrás si acertaste o si hay que cambiar alguna cosa. Nuestro objetivo será empezar a ganar dinero desde el primer momento, pero a veces nos damos cuenta tarde de que algo falla. Si eres un emprendedor y quieres saber cómo hacer dinero desde el primer momento deberías asumir como tuyos esos tres principios.
Cómo hacer dinero con tu negocio
El primer paso que debes dar es preguntarte qué se te da bien… y qué te gusta. Todos tenemos algo que se nos da de lujo, así que, ¿por qué no tirar por ahí? Si es algo que sabes que haces bien te lo puedes tomar como un juego o un reto, y disfrutarás haciéndolo. No hay que dramatizar, como nos pasa cuando hablamos de trabajo. Olvídate de esas cosas que detestas por muy bien que se te den, céntrate en aquellas que realmente son satisfactorias para ti.
Aunque te guste mucho algo, siempre puede haber algún aspecto que se te haga cuesta arriba. Si es el caso, podemos recurrir a otra persona que nos ayude. Si paralizamos el proyecto para empezar a estudiar y aprender ese paso en el que nos quedamos atascados estaremos perdiendo el tiempo, y es algo que va en nuestra contra. La creación de nuestros productos o servicios es la primera forma de ganar dinero que tenemos, y el público al que podemos llegar es infinito; pero hay más.
Cómo hacer dinero con el trabajo de otros
Ya hemos visto la producción, así que ahora toca la promoción. Evidentemente, es imprescindible promocionar tu trabajo, tus productos o servicios, para llegar a todo tu público potencial; pero ahora nos centramos en la promoción de los productos de terceros. Si la inspiración no te acompaña o la creatividad no es tu fuerte, otra forma de generar ingresos es ofreciendo el trabajo de un tercero. Los beneficios serán menores que si vendieses tu producto, cierto, pero juegas con la ventaja de saber que tienes un producto que triunfa y que se vende bien.
La promoción de los productos o servicios de terceros se puede hacer de varias formas. Por una parte tenemos la clásica promoción física, de forma presencial, que se ha hecho toda la vida; pero la última tendencia en este mundillo es el marketing de afiliación, la promoción de productos online. En la red encontramos un montón de mercados virtuales que nos permiten promocionar productos, así que solo tienes que buscar uno que domines y te guste -sí, como en el punto anterior- y ponerte manos a la obra.
Invertir para que crezca el dinero
Una vez pongas en marcha uno de los dos pasos anteriores empezarás a hacer dinero, pero siempre vamos a querer más. El siguiente paso en la evolución natural es poner el dinero a trabajar para que se multiplique. Cruyff decía que el dinero en el banco no sirve de nada, que tiene que estar sobre el campo, y aquí nos pasa lo mismo. ¿De qué nos sirve, si no lo vamos a utilizar? El apalancamiento, en este sentido, es una de las mejores respuestas a esa pregunta.
A continuación entraremos a fondo en el apalancamiento, pero ese dinero ganado lo puedes invertir en empresas de otras personas, el crowdfunding, en los préstamos a otros a cambio de intereses o en otros mercados, como los valores, la deuda, etc. Se trata de operaciones, algunas más arriesgadas que otras, que pueden multiplicar rápidamente la inversión inicial. ¿Cómo? Los préstamos ya hemos dicho que van con intereses, las participaciones en empresas están acompañadas de un porcentaje de las ganancias que obtengan…
El apalancamiento
El apalancamiento consiste en utilizar unas herramientas, las palancas, que hacen mucho más fácil el camino hacia nuestro objetivo. Hay varios tipos de apalancamiento, empezando por el tecnológico: internet, un ordenador o un smartphone son ya imprescindibles para que funcione cualquier idea de negocio. También podemos utilizar el dinero -propio, comprando bienes y propiedades, o ajeno, haciendo inversiones imposibles con nuestro capital-, el talento -contrata, delega, subcontrata- o las personas -nuestros contactos, algo diferente al talento-.
Otra forma de apalancamiento son los medios, desde páginas web a plataformas de afiliación o tiendas online; tenemos la popularidad, reflejada en el uso de famosos en campañas; instrumentos financieros, siempre que nos dediquemos a la inversión en bolsa o similares; las diferentes estrategias de marketing que tenemos a nuestra disposición, el conocimiento y formación o la productividad. No hace falta utilizar todas las palancas a la vez, basta con recurrir a las que mejor se ajusten a nuestro negocio y personalidad, y a hacer dinero.