¿Nunca te has planteado los beneficios que tendría una página web para tu negocio? Dicen que hoy en día si no estás en internet no estás en ningún sitio, y aunque es verdad que puedes sobrevivir al margen de la red, contar con presencia online es un plus para tu negocio, ya sea para aumentar tus ventas o, simplemente, para darte a conocer. Hoy en día, disponiendo de unos mínimos conocimientos técnicos y estando al tanto de las obligaciones legales de la web del autónomo, disponer de una página web en condiciones es cuestión de unas cuantas horas de dedicación.
Y si hablamos de internet también hay que mirar al móvil, así que lo mejor que puedes hacer es crear una web responsive que facilite la navegación desde el PC y desde cualquier dispositivo móvil.
Orientación hacia dispositivos móviles y la importancia de una web responsive
Desde hace unos años los dispositivos móviles tienden a convertirse en el principal punto de acceso a internet, de ahí que cada vez sean más las empresas que apuestan por la creación de una página web responsive. Pero como señala la guía de 1&1 sobre webs responsive, no cambian solo los hábitos de los consumidores, también lo que esperan de las webs. La facilidad para navegar y la inmediatez a la hora de cambiar de página son indispensables. De lo contrario cambiarán de web, y tú notarás como caen el tráfico y tus ventas.
Quizá no sepas por qué necesitas rediseñar tu página web si ya la tienes creada. Pues bien, uno de los errores más habituales es tratar de adaptar la página web convencional a los dispositivos móviles. El problema es que la forma de acceder a la web desde el ordenador, con una pantalla grande y el ratón guiándonos, no tiene nada que ver con la pantalla del smartphone, mucho más reducida, y en la que no podemos navegar con el ratón. Una mala adaptación suele ir acompañada de menos tráfico, ya que los internautas rechazan estas dificultades para navegar. Por eso deberías apostar por una web responsive, y si partes de 0, diseñarla a partir de ahí.
Cómo conseguir una web responsive para tu negocio
Lo primero que debemos decidir es dónde colocar el menú. Tenemos dos opciones, el footer o al principio de la página. En el footer el cliente llega directamente al menú, aunque muchas veces el encontrarte de cara con el menú puede llevar a confusión y hacer que el usuario abandone la web ya que esperaba otra cosa. Eso es porque la mayoría de webs apuestan por poner el menú al principio de la página, un diseño más clásico que facilita la navegación ya que los clientes están más habituados a ella.
Según las opciones que tenga el menú, puedes optar por una disposición en lista o en cuadrícula, ideal cuando hay pocas opciones. Siempre tienes la posibilidad de sumar o restar puntos. Ahora solo falta por decidir qué menú ofreceremos. Si eres un clásico, los menús desplegables son tu mejor opción. Son los menús de toda la vida, similares a los de los ordenadores de sobremesa. Basta con un click sobre el símbolo o botón correspondiente para que se despliegue el menú con todas las opciones que ofreces en ese punto.
Una opción similar es el menú deslizante. La gran diferencia con el anterior es que en vez de colocarse sobre el contenido como hacía el desplegable se arrastra hacia abajo formando una especie de acordeón, de ahí que también se conozca como menú acordeón. Nos permite integrar más puntos y ocupa menos espacio, todo un plus. Es algo más costoso de diseñar, pero el resultado es mucho más elegante.
Finalmente están los menús off canvas, similares al de Facebook: el menú no aparece en pantalla, tenemos un icono -las famosas tres líneas horizontales- donde pulsaremos si queremos desplegar ese menú. Gracias a la expansión de Facebook es una solución cada vez más común y aceptada por los usuarios.
Como ves, la funcionalidad “responsive” se ha convertido en una más de las muchas herramientas y técnicas del marketing online, y las opciones para tener una web responsive son variadas. Una vez hecho esto, solo falta que tu contenido enganche a los usuarios para sacarle el máximo rendimiento.