En muchas ocasiones, grandes ideas de negocio han surgido del contacto con personas de otros países y culturas.
Cuando apremia la necesidad de encontrar un buen nicho de mercado, especialmente si buscamos uno que no esté muy explotado en nuestro entorno, viajar a algún destino poco frecuente puede ser una gran inspiración para encontrar esa idea que hará saltar la chispa de nuestro próximo proyecto.
En otros casos, sabemos en qué sector ubicar nuestra idea de negocio, pero nos falta ese detalle esencial que diferencie el nuestro de los que son competencia directa. Un ejemplo sería el caso del turismo: si queremos destacar, un gran recurso será fijarnos en aquello que hacen en dicho sector en otras latitudes. Una ocasión perfecta para tomar nota de sus iniciativas y aplicarlas a nuestro proyecto. Y así con cualquier idea de negocio que tengamos.
Viajar te permitirá, entre otras cosas, lo siguiente:
- Abrir tu mente a otras modalidades de negocio. Con suerte quizá alguna de ellas no esté todavía implantada en tu país. ¿Por qué no aprovechar este hecho para ser tú el pionero? Si eres el primero tendrás que afrontar muchos retos, pero también recogerás tú solo lo que hayas sembrado.
- Hacer contactos muy interesantes. Si te mueves entre los profesionales de tu sector en otro país, no solo aprenderás de ellos, si no que crearás contactos que te pueden ser de mucha utilidad en un futuro. No desaproveches la oportunidad.
- Darte a conocer y ganar nuevos clientes. Las posibilidades que nos ofrece hoy en día internet son prácticamente ilimitadas. Si ya tienes tu negocio creado y dispones de una página web, puedes aprovechar para conocer en persona las peculiaridades del país que visites. Ello te permitirá ajustar tus campañas promocionales enfocadas al público objetivo del lugar.
Como ves, las posibilidades no son pocas. ¿Se te ocurre alguna más? Seguro que sí, esto es sólo una pequeña muestra, así que empieza a plantearte la opción de hacer un viaje para recabar ideas que impulsen tu empresa a lo más alto.